jueves, 22 de mayo de 2014

Yo, acechadora virtual




Para llevarnos bien, vamos a ponernos de acuerdo en una cosa: yo googleo a todo el mundo. ¿Qué no?, un día googlee a mi Nonna, quién murió prácticamente antes de que internet fuera "a thing¨. Lo hice porque la extraño. Y porque pensé que a lo mejor me encontraba con alguna foto suya en algún archivo. O descubría un familiar perdido en Italia que también nos estuviera buscando. Me imaginé la situación y todo: yo los hubiera contactado. Ellos me hubieran invitado a su casa. Yo hubiese viajado con Señor Hereje.  Ellos nos hubieran esperado en una estación del Piamonte.

- Nipote, sei tu? (¿sobrina, éres tú?).
-Zíi! (¡tíos!), llorando a moco tendido sin saber por qué.
Hubiese sido un re plan de fin de semana. Seguro que nos volvíamos a casa con dos botellas de Pomodori Freschi, y un kilo de harina para polenta.

Pero no. Lo único que encontré cuando cometí la infamia de googlear a mi abuelita muerta, fue su obituario. Me pegó re-mal. Y además me sentí zarpadamente culpable. Como si hubiera transgredido un tabú universal (tipo comerte a una persona cuando no se te cayó un avión en el medio de la cordillera). No me juzguen. Juro que mi Nonna, que era re capa, se reiría a carcajadas si leyera esta historia.

De todos modos, desde entonces soy bastante más cuidadosa con el morbo cuando googleo. Porque el morbo puede contribuir a que hagas cosas muy extrañas. A veces estás re bien, lo suficiente como para reírte del hecho de que la mujer de tu ex tenga mejores tetas que vos, aún cuando ella ya parió 3 pibes (¿se las habrá hecho?). Y a veces estás re mal: como para rastrear a la maestra de quinto grado que te tomó de punto y te la hizo pasar como el orto para aclararle, en una sentida carta que por supuesto te contradice, que la equivocada era ella: al final vos saliste "normal".

Sí. Yo hice ambas cosas. 

El asunto es que si tenés la suerte o el infortunio de cruzarte conmigo, lo más posible sea que cuando te dés vuelta, a mi no me den los deditos para pasarte por la picadora de carne, es decir Google. Mea culpa: no zafa ni el cartero.

Igual les aseguro una cosa: a diferencia de otros, el mío es un "stalkeo" inocente. Si alguna vez entramos en confianza, les cuento un par de cositas que me pasaron... puede que yo sea un "chiquitito disfuncional", pero hay más de uno que es bastante psicópata.

4 comentarios:

  1. Los leí todooooos y me reí a lot.
    La Osa.

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  2. Osea que cumpliste malvada??? jajajajajaj gracia Rose!!!!!

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  3. Hola, soy Arcadio. Agradezco tus palabras en mi blog. Me ha hecho mucha ilusión. No voy a abandonar mi blog, lo que pasa es que ahora mismo estoy sumergido en exámenes de la universidad y a un cambio laboral que me está suponiendo mucho trabajo extra. Trataré de actualizarlo pronto.

    Gracias y un abrazo.

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